La represión no cede en Venezuela: 14 activistas de Voluntad Popular permanecen encarcelados
- esfalsoque

- 8 sept
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A pesar de los llamados internacionales y las múltiples denuncias de organizaciones de derechos humanos, en Venezuela la situación de los presos políticos permanece estancada. Según el último reporte publicado por Foro Penal el 18 de agosto, se contabilizan 815 ciudadanos encarcelados por motivos políticos.
Una realidad que sigue vigente: el régimen de Nicolás Maduro mantiene un patrón sistemático de persecución y criminalización de la disidencia, sin señales claras de rectificación pese a las tensiones con Estados Unidos en el último mes.
Entre los privados de libertad se encuentran 14 miembros del partido opositor Voluntad Popular, organización política fundada por Leopoldo López y reconocida por ser uno de los principales blancos de represión. Los nombres de estos activistas son: Manuel Mora, José Ángel Lepage, Alayne Rangel Gómez, María Elba Delgado de Rodríguez, Luis Somaza, Enderson Rivas, Carlos Alberto Azuaje, Aldo Rosso, Jeancarlos Rivas, Roland Carreño, Freddy Superlano, Edgar Torres, José Ledezma y Naomi Arnaudez.
La desaparición forzada de Freddy Superlano y Roland Carreño, quienes permanecían detenidos en El Helicoide, fue denunciada el pasado 31 de agosto, cuando ambos fueron trasladados sin previo aviso ni notificación oficial a sus familiares, y su paradero se desconoce desde entonces.
La detención de dirigentes políticos, activistas sociales y ciudadanos por razones ideológicas no solo constituye una violación flagrante de los derechos humanos, sino que revela la naturaleza autoritaria del régimen de Maduro. En lugar de garantizar justicia, independencia judicial y libertades fundamentales, el Estado se ha transformado en un aparato de coerción que utiliza los tribunales y los cuerpos de seguridad como brazos represivos.
El silencio oficial frente a las denuncias y la indiferencia institucional dejan en evidencia que la liberación de los prisioneros de conciencia no forma parte de la agenda del gobierno. Por el contrario, la represión se profundiza con episodios alarmantes, como la denuncia reciente sobre la desaparición forzada de cuatro miembros de una familia, entre ellos una niña de apenas dos años, un hecho que refleja la degradación absoluta del Estado de derecho en Venezuela.
El encarcelamiento arbitrario de opositores y el uso de prácticas inhumanas contra civiles demuestran que el chavismo continúa gobernando mediante el miedo, la persecución y la violencia institucionalizada.





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