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La hija de María Corina Machado recibe el Nobel de la Paz en su nombre: “Venezuela volverá a respirar”

  • Foto del escritor: esfalsoque
    esfalsoque
  • 10 dic
  • 2 Min. de lectura

María Corina Machado

Este 10 de diciembre de 2025, el Norwegian Nobel Committee otorgó el Premio Nobel de la Paz a la líder opositora venezolana María Corina Machado, en reconocimiento a su prolongada y arriesgada lucha por los derechos democráticos en Venezuela y por una transición pacífica hacia la democracia.


Aunque se esperaba su presencia en la ceremonia en Oslo, Machado no pudo salir del país debido a restricciones por el régimen de Nicolás Maduro. En su representación, su hija, Ana Corina Sosa Machado, fue la encargada de leer el discurso de aceptación.


Machado ha permanecido en la clandestinidad desde las controvertidas elecciones de 2024, después de que su movimiento político fuera perseguido por la dictadura. Durante casi dos años, ha denunciado la erosión de las instituciones democráticas, la persecución de opositores, la censura a la prensa y la consolidación de un clima de temor en la sociedad venezolana.


El galardón, según destacaron autoridades del Nobel y organizaciones defensoras de derechos humanos, no solo reconoce su liderazgo personal, sino también la resistencia pacífica de miles de ciudadanos que han exigido elecciones libres, respeto a los derechos civiles y el restablecimiento del orden democrático en medio de condiciones de represión.


En el mensaje leído por su hija, Machado afirmó que “la libertad es una decisión personal y consciente” y que la democracia y la paz sólo son posibles cuando los ciudadanos están dispuestos a defenderlas. El discurso concluyó con la frase: “Venezuela volverá a respirar”.


Durante la ceremonia, también se evocó el origen plural de la identidad venezolana: “Venezuela nació de la audacia, moldeada por una fusión de pueblos y culturas. De España heredamos una lengua, una fe y una cultura que se hermanaron con nuestras raíces ancestrales indígenas y africanas”, recordó Sosa Machado.


El reconocimiento fue dedicado a los protagonistas anónimos de la resistencia: “A los millones de venezolanos que arriesgaron sus hogares, sus familias y sus vidas por amor. Ese mismo amor del que nace la paz, el que nos sostuvo cuando todo parecía perdido y que hoy nos une y nos guía hacia la libertad. A ellos pertenece este honor. A ellos pertenece este día. A ellos pertenece el futuro”, proclamó desde Oslo.


El Nobel de la Paz llega en un contexto de profunda crisis política y humanitaria en Venezuela, marcado por la migración de millones de personas, el alarmante número de presos políticos y denuncias de torturas y desapariciones forzadas.

 
 
 

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