Convocan a un “grito por la libertad” en Venezuela este 18 de julio

Este viernes 18 de julio, Día Internacional de Nelson Mandela, se convoca en varias ciudades de Venezuela y el exterior un “gran grito por la libertad” en defensa de los presos políticos. Madres, esposas, amigos y defensores de derechos humanos elevan su voz para exigir su excarcelación, denunciando que las detenciones arbitrarias y condiciones de confinamiento violan el derecho fundamental de sus familiares a una vida digna.

La iniciativa, promovida por organizaciones como el Comité por la Libertad de los Presos Políticos (CLIPPVE), llega en un contexto de denuncias de aislamiento prolongado, torturas, falta de fe de vida y restricciones de visitas. Según el informe “Prisión injusta, celdas inhumanas” de CLIPPVE, los reclusos son sometidos a abusos sistemáticos —aislamiento, ausencia de acceso a atención médica y condiciones degradantes en centros como El Rodeo, El Helicoide, Yare III, Tocorón y Tocuyito.

Voceras como Andreína Baduel, miembro activo del CLIPPVE, han denunciado que estas violaciones persisten desde hace años, y que las familias enfrentan además hostigamiento por su defensa activa. Asimismo, se eleva una petición global: que gobiernos y parlamentos, tanto dentro como fuera de Venezuela, alcen su voz diplomática y presionen al régimen de Nicolás Maduro para que cumpla con estándares internacionales en materia de libertades civiles.

Convocatorias para este 18 de julio en Venezuela y el exterior

El 18 de julio se espera que cientos de personas se sumen a la movilización y acción digital. Las consignas incluyen: “Libertad para todos los presos políticos”, “Fe de vida ya”, “No más torturas” y “Respeto a los derechos humanos en Venezuela”. Además, habrá actos simbólicos en ciudades como Caracas, Valencia, Barquisimeto y en capitales del mundo como Madrid, Bogotá y Washington.

La fecha coincide con un llamado a la comunidad internacional para que no permita el olvido de estas víctimas del régimen. La exigencia es clara: no basta con el reconocimiento del problema, se necesitan acciones concretas, como visitas de organismos internacionales, seguimiento judicial independiente y liberaciones inmediatas, para poner fin a un ciclo de represión que ya se ha cobrado miles de vidas políticas.