Al menos ocho presos políticos con cáncer: ONG alerta que más de 90 detenidos en Venezuela sufren enfermedades graves

Una organización de derechos humanos venezolana lanzó una alerta humanitaria sobre la situación de salud de personas encarceladas por motivos políticos en Venezuela. Según la ONG Justicia, Encuentro y Perdón (JEP), 91 presos políticos padecen enfermedades graves, muchas de ellas en etapas avanzadas, mientras el acceso a atención médica adecuada continúa siendo negado.

La abogada y coordinadora general de JEP, Martha Tineo, explicó que entre los afectados hay al menos ocho casos de cáncer en estado avanzado, con diagnósticos que incluyen adenocarcinoma de próstata, cáncer pulmonar microcítico, linfoma no Hodgkin, sarcoma epitelioide y tumores del páncreas y del cerebro. Estas formas de cáncer, en muchos casos, requieren tratamientos complejos y atención continua, algo que, según la ONG, no se está garantizando dentro de los centros de detención venezolanos.

Además de los casos de cáncer, la ONG ha identificado más de 20 presos con enfermedades cardíacas, incluyendo síndromes coronarios agudos, insuficiencia cardíaca congestiva, arritmias severas e hipertensión crónica. Otros detenidos sufren de diabetes e insuficiencia renal crónica, lo que agrava aún más su vulnerabilidad en un entorno con falta de atención médica oportuna.

Muchos de estos detenidos no reciben tratamientos ni medicamentos necesarios, y que algunos requieren dispositivos médicos permanentes, como sondas urinarias, que no les son proporcionadas o que sus familiares no pueden costear. Las condiciones de salud deterioradas, junto con ambientes insalubres y negación sistemática de atención médica, son calificadas como una violación directa al derecho a la vida y a la integridad personal.

Para la organización, el agravamiento de la salud de estos presos no es un problema aislado, sino una forma de violencia estructural dentro del sistema de detención venezolano. “Cuando el Estado convierte la enfermedad en castigo y la negligencia en método, se configura un escenario de tortura silenciosa”, señaló JEP.